sábado, 17 de julio de 2010

Queridos dias de verano que sin ti pasan:

Realmente y no sé si escribir o no es para mi un don o una tortura. Llevo siglos sin estampar estas escarpadas siluetas en papel y Polimnia agoniza en un intento de alzar su voz, rota ya por el tiempo. Los colores se confunden cuando los problemas afloran del más inesperado escondite y ya no diré que te necesito para no morir; mi necesidad es seguir viviendo pueda como pueda para verte cada dia tras esos finos gestos de hombre. Para volver a intentar rozar tu piel segundo tras segundo.
Las palabras se quedan cortas y quizas los dias superpuestos pasaron a ser identicos entre ellos. Esta llama ardiente que nunca dejó de prender en mí ahora me devora por dentro la voz y el pulso. Cada instante que pasa por mi cabeza la posibilidad de que te vayas se aviva mi locura y desespero en estos tiempos sin sentido ni dirección. Apenas necesito mas de una palabra tuya para torcer la vista a un horizonte mas rojo, a un océano mas oscuro o a una noche con mas estrellas.
Sabes de sobra que soy un huracán y que no se hallarán para mí cadenas a mi medida. Yo soy consciente de que adoras ser de carne y hueso, andar sobre este mundo y llamarlo por su nombre. Quizás la vida no nos dará nunca la oportunidad de tener los mismos ojos, pero ahogaré mis gritos salvajes bajo tus duras alas de ángel.
Si hay una verdad absoluta es que he de admitir que realmente quiero estar a tu lado. Por muchos dias que pasen no dejo de leer en ti la vida que siempre me creí dispuesta a tener. Eres mi sueño pero ya dejé de ser egoista. He aprendido a malvivir por mis propios medios, aunque siga ardiendo en mi esta llama que no deja de recordarme quien eres.

Un angel, y te quiero.

martes, 13 de julio de 2010

Cortijo Checo

Que a pesar del dolor de los pastos

Se siguen de cerca las mujeres

Vestidas de arcilla y los brazos

En su cintura se mueven.

Checas republicanas ahora

Antes mozas campesinas, brillan

Bajo el sol y donde mora

La dulce golondrina.

Sin sonidos, más que el viento

El verde terciopelo bebe

De las sombras que vida

Nace en las faldas de las mujeres.

Metal es herradura que hambrienta

Devora profundas llanuras

Metal también oro que cuenta

Finas hebras con ternura.

Y con violines y con galantes

Voces que arrastran melancolía

Va ejerciendo la caballería

De melodioso animal caminante.

Dulces los niños, mozas las damas

Pueblas los días que hicieron de ellas

Las más puras almas republicanas.

Orgullosos los hombres que entre caballos

Trotan los pasos que perforaron

Tierras que sangran vida por los mayos.

Verde es el pasto, verde ahora

Mas por mucho que pasen los años

Verde será y en verde se ahoga.

Suerte del caminante que vio y verá serena

Brillar, oscurecer, cambiar

La ansiada República Checa