Eres
como una fina línea de tierra suspendida
que a
las expensas de la brisa muere,
que al
manifiesto de la calma ordena
sus
pequeños granos de vida.
Y yo,
que no se vivir al margen de tu simetría,
paseo por
entre tus inexistentes giros
y mi
altanería ruidosa altera
tu pequeña
exactitud intrínseca.
A veces
no sé qué soñar que fueran
esas diminutas
bolas de tierra.
Mi vida
está fuera de ellas.
Mi vida
se gesta en su barro y da sombra a su arena.
Todo
queda iluso y vago y se enreda;
los males
acampan y las delicias quedan
donde apenas
hay cultivo que adorar.
Si mi
vida es esta línea y tú eres ella,
Buscaré
otros estilos de supervivencia
donde echar
raíces.
Donde
anclarme en tierra.
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